Cielo
Cielo,
siempre azulado,
tu
joya amarilla
es
para mí un regalo.
El
grillo y la grilla
te dan las bienvenidas.
Así
pues ¿para qué tantas idas y venidas?
¿
Tenemos acaso
obligación
de ver siempre el ocaso?
Cielo,
tus
nubes blancas,
son
siempre buen consuelo.
Cielo,
de
contemplar bello.
No
obstante,
conozco
tus caprichos
en
los que ahuyentas
a todos los
bichos.
¡Cielos!
¡Qué
cielo más calmado!
De
él los pájaros se han enamorado.
¡No
parece el mismo!
Pues
parecía un infinito abismo.
No
me mientas,
se
bien que en las tormentas
a
muchos pájaros ahuyentas.
Feroz
es tu apariencia,
con
ella desafiaste a la ciencia;
¿De
dónde vienen esas uñas esmaltadas?
¿Tan
enfadado estás Cielo,
que
no muestras tu color caramelo?
Que
tus rugidos nos hacen sordos
y
asustas hasta a los corzos.
Tus
nubes blanquecinas
se
volvieron malignas
y
no hicieron falta insignias
para
tu antiguo esplendor recordar,
pues
creo que algún día
te volveremos a
adorar.
¿Cielo,
qué te pasa?
¡Sal
de ese colchón!
¡Que
las nubes no te oculten dormilón!
¡¿A
pleno día sin dar luz?!
En
el rico edredón
del
más puro algodón
está
escondido el cielo.
¡Sal,
ya te hemos visto!
¡No
hagas un día nublado,
pues
no será bien deseado;
Cielo
amado!
R.
NO CAMBIES NUNCA REBECA. Qué guapa eres....por dentro y por fuera. Eres una nota musical afinada y dulce. Un libro por escribir. El tuyo propio. Ojalá hubiera más niños/as como tú....dulces, listos, cariñosos, tiernos.....eres un ejemplo. Familia querida por ésta que escribe....una piña, como diría mi principito.
ResponderEliminarbsyabrazos
maria